No falla, todos los años a principios de diciembre la misma rutina, pelis empalagosas, anuncios de colonia, escaparates saturados de rojo y calles llenas de bombillas de colores, ha llegado la navidad!!
Actualmente la navidad juega un papel como importante agente consumista en nuestra sociedad, pero no siempre fue así, hace algún tiempo esta celebración era mucho más profunda, algo que nos conectaba con la naturaleza y con el universo.
El 21 de diciembre se produce el solsticio de invierno, momento astronómico en el que se produce la noche más larga y el día mas corto del año, ya de por sí es un fenómeno muy singular, mas aun es que esta misma fecha sea el punto de inflexión donde los días dejan de menguar y comienzan a crecer. Hoy en día poco nos puede importar todo esto, si queremos saber la hora miramos nuestro reloj, móvil o PDA, si hay más horas de oscuridad encendemos la luz y si hace frio subimos la calefacción.
Hace miles de años no había refinamientos de este tipo, los pueblos del mundo estaban mucho mas en contacto con la naturaleza y la astros. Seguramente los horarios laborales se regían por la salida y puesta del sol; "hora de entrada al trabajo: salida del sol, hora de salida: puesta del sol". Los hombres de negocios planearían su agenda no según la hora GMT si no según la posición del sol sobre el horizonte, "a la salida del sol tengo una reunión, a mediodía tengo una venta y a media tarde una cita con un proveedor. La conexión de los humanos con los movimientos del sol era intensa, cuando el Sol salía por el horizonte iluminaba y calentaba el mundo, cuando se todo desaparecía en la oscuridad. El confinamiento en una pequeña cabaña, durante las largas noches de invierno, sin más entrenamiento que la contemplación de un pequeño fuego, era una época dura de frio y escasez de alimentos.
Si nuestra vida diaria está dirigida por los movimientos del sol ¿que podría significar el solsticio de invierno donde los días dejan de menguar para crecer? sin duda nuestros antepasados lo celebrarían con grandes festejos. Se acaban las tinieblas, viene la luz, el calor, las cosechas y los largos y productivos días de verano.
Infinidad de pueblos han festejado durante siglos el solsticio de verano, cada uno con su mitología, pero siempre teniendo muy presente los movimientos solares, la mayoría vinculaban esta fecha con el nacimiento de dioses relacionados con el sol, los persas denominaban al solsticio el Yalda, los egipcios el nacimiento de Horus y los icnas la Cápac Raym o fiesta del sol.
Los romanos no solo celebraban el día de solsticio, sino directamente toda la semana, de todos es conocida su afición por las fiestas copiosas, la semana del solsticio se celebraban en honor a Saturno. El máximo exponente era el día del solsticio o Natalis Solis Invicti; el nacimiento del sol invicto, la relación de estas fiestas con el sol es clara.
Por aquel entonces en los primeros siglos de nuestra era, la iglesia y los poderes políticos romanos trabajaban en un plan de cristianización de la población, en una hábil maniobra de marketing, decidieron festejar el nacimiento de Jesús, mesías de la religión cristiana, coincidiendo con la fecha del solsticio. De esta forma machacaban por un lado la tradición pagana y por otro lado facilitaban la conversión de no cristianos mas juerguistas a la nueva religión emergente, el resultado se puede ver 2.000 años después; todo un éxito.
La navidad, es simplemente una manifestación mítica mas, como tantas otras del solsticio de invierno, sin duda uno de los eventos astronómicos mas destacados del año que queda totalmente eclipsado en la actualidad por luces intermitentes. En el cambio hemos perdido mucho, dejamos de celebrar la observación del universo y nos contentamos con irnos de compras a centros comerciales abarrotados.
Os animo a todos a retomar la idea pagana de festejar que los días se hacen más largos y olvidarnos de adornos y superstición. Estas navidades celebradlas astronómicamente viendo el atardecer el día 21 esperando que al día siguiente el sol se ponga unos minutos más tarde.
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